martes, 26 de agosto de 2008

Hoy Martes 25 de Agosto, siendo las 06:32 AM, me encuentro en el albergue en una de las últimas mañanas que compartiremos con los “chiquillos” y existen sentimientos encontrados, por un lado está el cansancio propio de estos tres meses trabajando y por otro lado la penita por el término de este proceso, no es posible escribir todo lo que hemos vivido, ya que un Albergue no es fácil de contar, mas bien es necesario vivirlo para saber de que se habla.

Si bien en un principio el tema fue complicado de manejar hoy, entre resta y suma, nos da un resultado positivo.

El ver a los “chiquillos” tristes por el cierre no es un tema menor, nos toca tratar de ser fuertes frente a ellos para así poder recibir toda su descarga emocional, todas sus lágrimas y compartir con ellos la penita que tienen en sus corazones y brindarles un abrazo y así tratar de mitigar su dolor, esto no es simple ya que nosotros también nos encontramos afectados por el pronto cierre.

En este lugar se escribió una parte de nuestras historias de vida que quedarán para siempre en nuestros corazones, vivimos cosas que algún día serán contadas a nuestros hijos o nietos. Pero lamentablemente como bien se dice todo tiene un principio y un final, lamentablemente este Albergue también está cumpliendo su ciclo en nuestra memoria quedará todo lo vivido, lo bueno y lo malo… cómo olvidar por ejemplo aquellos momentos en los que nos sentíamos con miedo de enfrentar situaciones de crisis con los “chiquillos”.

Atrás quedaran esas frases tan típicas “tío necesito ropa”, “tía Lola soy yo el chino”, “tío quiero más comida”, “tío pero no se enoje, nunca más entro copete”, “tía Lola la quiero” o la típica de mañana “tío me quitaron una petaca de ron anoche me la puede entregar”, con estas frases se podrán dar cuenta que también tenemos normas dentro del Albergue pero que en ocasiones no son fáciles de cumplir, ya que por ser personas en situación de calle están acostumbrados a hacer lo que quieran y muchos de ellos necesitan de su botellita para poder dormir.

Quién diría que de aquellas personas de las que uno suele arrancar cuando los ve en la calle hoy serían parte de nuestra historia de vida, con los que se compartieron momentos memorables tanto en el Albergue 2007 como en el 2008.

Solo queda dar las gracias a cada uno de los “chicos” del Albergue por compartir su vida con nosotros por estar al pendiente de que nada malo nos pasará en estos tres meses de arduo trabajo, si vieran lo agradecido que ellos se encuentran, de lo poco que se hizo por ellos, pero al menos nos vamos con la tranquilidad de que se les entregó un lugar en donde pasar las frías noches del invierno.

En resumen, sólo podemos esperar que algún día no muy lejano alguien asuma este tema con mayor responsabilidad a nivel país y no sólo se implemente un albergue por tres meses sino más bien se haga algo real por ellos, que se den cuenta que son personas parte de nuestro Chile y que necesitan de nosotros para poder optar a una mejor forma de vida.

Turno A: Claudio, Luciano, Lola, Luis, Sergio, Andrés, Adolfo, Johanna, Pato, Eduardo.

1 comentario:

Unknown dijo...

santoscorp1@aol.com do u speak english or lived in new york